La fisioterapia invasiva se puede definir como una terapia que se lleva a cabo utilizando una aguja especial que se coloca directamente sobre la piel de la persona a la que se trata. A través de este instrumento se puede aplicar calor, electricidad o fármacos para llegar a la zona subcutánea.
El tratamiento de la fisioterapia invasiva es un procedimiento bastante sofisticado que lleva a cabo un profesional especializado, que en algunas ocasiones puede ayudarse de un equipo de ecografía para guiar bien la aguja hacia donde lo requiere el procedimiento. De esta manera, puede trabajar de manera directa sobre la zona lesionada para estimular la reparación de los tejidos.
¿Qué es lo que se hace en la fisioterapia invasiva?
La fisioterapia invasiva se lleva a cabo por medio de diferentes técnicas, entre las que destacan las que se mencionan a continuación.
Punción seca o PS
Se refiere exactamente a una acción que consiste en introducir una aguja muy delgada en el cuerpo sin que se suministre ninguna sustancia. Con esto se provoca un estímulo mecánico que, por lo general, ayuda en el tratamiento del dolor miofascial. Según los expertos, la punción seca puede ser:
Punción superficial
Se basa en la introducción de agujas en el tejido subcutáneo a una profundidad de 1 cm como máximo, dejándola allí unos 15 minutos, tiempo durante el cual se puede mover de acuerdo con la liberación de tensión en el tejido.
Punción profunda
La punción profunda en fisioterapia invasiva se lleva a cabo llegando hasta los músculos de la zona en la que la persona tiene dolor, con el objetivo de lograr un alivio a ese síntoma que provoca ciertas molestias.
Electrólisis percutánea intratisular o EPI
Es una técnica consistente en aplicar una corriente de alta densidad en el tejido para crear una respuesta local inflamatoria que ayude a estimular el proceso de reparación celular a nivel muscular y tendinoso e incrementar la irrigación sanguínea.
Debido a los efectos que produce, este método se usa en casos de epicondilitis, tendinopatías, roturas fibrilares, fascitis plantar, lesiones de los ligamentos, síndrome de túnel carpiano o PGM, entre otras lesiones o patologías.
¿Esto es algo que puede resultar doloroso?
La inserción de las agujas que se usan en la fisioterapia invasiva es un proceso que suele resultar prácticamente indoloro, debido a que son elementos que se diseñaron especialmente para que puedan penetrar la piel, sin ocasionar dolor.
En el caso de las técnicas en las que se aplica un poco de electricidad a las agujas, esto puede provocar una molestia o dolor de una duración bastante corta.
Este tipo de terapias suelen ser bastante eficaces, incluso desde la primera sesión. Sin embargo, dependiendo de cada condición se pueden requerir al menos cinco sesiones para lograr una recuperación completa.
¿Existen contraindicaciones para esta terapia?
En realidad, no existe ninguna contraindicación para la terapia física invasiva, excepto en el caso de personas que tienen fobia a los objetos punzantes y a las agujas.