Desde hace muchísimos años siempre se ha asociado la fisioterapia con la osteopatía y viceversa, aunque bien es cierto que la gente no sabe explicar con exactitud qué diferencia hay entre uno y otro.
De manera recurrente se oyen cosas como que el fisioterapeuta trata los músculos y el osteópata los huesos, que el fisioterapeuta te quita el dolor pero que el osteópata te soluciona el problema o incluso que un osteópata es como un fisioterapeuta, pero mejor. Estos y muchos más mitos están instaurados en la sociedad y con esta pequeña entrada al blog intentaré explicar exactamente en qué se diferencia uno del otro.
¿Dónde empieza la relación entre fisioterapia y osteopatía?
La fisioterapia es una profesión relativamente joven que cuando apareció estaba muy verde y tenía muchas carencias. Al principio la fisioterapia que se aplicaba no iba mucho más allá del masaje, la electroterapia y como mucho algún ejercicio, por lo tanto, como podemos imaginar, los resultados no eran muy satisfactorios.
Es aquí donde aparece la osteopatía, proveniente de la escuela francesa, como alternativa a estos tratamientos no muy eficaces. La osteopatía con su gran cantidad de técnicas de terapia manual y con sus manipulaciones se volvió una puerta hacía nuevos tipos de terapias para los fisioterapeutas que la acogieron con los brazos abiertos. Y es aquí cuando la osteopatía empieza a estar dentro de las universidades de fisioterapia y empieza a aparecer la creencia de que el buen fisioterapeuta es el que también es osteópata.
¿En que beneficia esta relación?
Pues al principio era una relación en que ambas profesiones ganaban, por un lado, la fisioterapia se aprovecha de los tipos de tratamientos de la osteopatía, que, aunque no son perfectos, parecen tener un beneficio mucho mejor que los empleados por la fisioterapia de manera tradicional.
Por otro lado, la osteopatía como profesión no tiene ningún tipo de regularización a nivel legal, encima el papel es una profesión que ni siquiera existe, por lo tanto, se aprovecha de la fisioterapia, poniéndose debajo de su paraguas, ya que esta sí que es una profesión universitaria reconocida, donde sus profesionales son considerados legalmente sanitarios. Por eso mismo el porcentaje de osteópatas que también son fisioterapeutas está alrededor del 90% en España.
¿Cuál es el problema?
Hasta aquí, todo era muy bonito, pero como era de esperar acaban surgiendo algunos problemas.
Por un lado, aunque la osteopatía se ponga debajo el paraguas de la fisioterapia, siempre se ha querido diferenciar de ella, dando a entender que la osteopatía es mejor y que el fisioterapeuta que no es osteópata no es demasiado buen terapeuta. Evidentemente que esto a los fisioterapeutas no les hacía demasiada gracia, aunque hay que reconocer que tiempo atrás podía tener algo de verdad, así que la fisioterapia empezó a hacer sus deberes y empezó a evolucionar. Empezaron a aparecer más técnicas, más tipos de conceptos y se produce una evolución exponencial y lo más importante, que la fisioterapia como profesión sanitaria que es, vuelca su crecimiento a la evidencia científica, lo cual produce que su credibilidad aumente mucho y con el tiempo ya no tiene ningún tipo de necesidad de depender de la osteopatía, incluso la puede llegar a despreciar un poco, ya que la osteopatía no evoluciona en exceso sus métodos, y lo más importante, no se basa en evidencia científica, así que a diferencia de la fisioterapia que una ciencia, la osteopatía pasa a ser una pseudociencia.
Esto como es comprensible levanta bastantes ampollas, y empieza una semiguerra entre profesiones, aunque es cierto que a priori con todo lo dicho anteriormente, la fisioterapia no debería tener mucha dificultad de desprenderse de la osteopatía, pero es más complicado de lo que parece, ya que a día de hoy la osteopatía está muy instaurada en universidades y en colegios, por lo tanto, aún hay ciertos intereses que la cosa siga así.
¿Cuál es la principal diferencia?
Pues para entendernos, la fisioterapia lo abarca todo, abarca todo aquella relacionado con la terapia manual y el ejercicio terapeuta que tenga una evidencia científica y pueda ayudar al paciente.
Es decir, hay muchas técnicas manuales que al fin y al cabo son iguales tanto en fisioterapia como en osteopatía, lo que cambia es el razonamiento para usarlas, además la fisioterapia rechaza todo aquello de la osteopatía que ha sido demostrado que no funciona o que es nocebo para el paciente y que la osteopatía se empeña en mantener.
Aunque es cierto que a nivel de sociedad sigue habiendo esta creencia que el osteópata es mejor, principalmente por el pasado, y porque en osteopatía se pone apellido, es decir, todo aquel profesional que la use se autodefine como fisioterapeuta y osteópata, es decir, se diferencia, y a nivel de marketing esto siempre es muy bueno.
Aun así, hay que decir que esta tendencia está cambiando, y la sociedad está empezando a comprender más la diferencia entre ciencia y pseudociencia.
También hay que añadir que, en los últimos años, algún sector de la osteopatía está intentado coger el camino de la ciencia y empezando a ser más crítico con antiguas creencias para hacer que la osteopatía pueda seguir creciendo.
En Vilalta Fisioterapia, tu clínica de fisioterapia en Sitges, siempre ejercemos la fisioterapia basada en la más estricta evidencia científica para poder dar los mejores resultados.